Ya porque se tiene más variedad de comidas en horarios más nocturnos no implicaba gran mejoría de comidas ni horarios, solo denotaba mayor competividad.
Aquel competir, entre machos, y entre machistas, ya había segmentado a todo Chile entre Cuico y Roto hasta nominarlos por abecedario, por rangos publicitarios más be que aa, en que la derecha es ser feliz, temporada tras temporada, sentirse sin serlo nación de psicólogos, abogados e ingenieros comerciales, con anhelos realizados, contentera.
La diversidad actual Santiaguina, llámese recibir refugiados en grandes cantidades en poco tiempo, es "globalización". Carece de la lenta integración e intercambio de recetas, folklor y buenas costumbres, que califica el ser "cosmopolita".
Hasta que los imigrados no concentren poderes en guetos y sus propias escuelas, lo que pasa en Chile es Americanización, agringarse como New Jersey, vecino fome de Nueva Yor.
Los Haitianos de mi vuelo a Chile me hicieron pensar mucho en la opción de venir a Chile "a trabajar".
Ellos no tenían otra opción.
Yo venía por nostalgia.
Huyendo la marca Essential de la nueva Costa Rica bajo Tratado de Libre Comercio.
Mantenía la esperanza de que en planeta al revés, se podía escribir sobre otras cosas que sobre ser adecuadamente remunerado.
Estuve en Santo Domingo tres veces, el Pacífico Sur ya no galopeaba, ya no era fría.
Pegar es golpear. Implica cachetadas, bofetadas, puños y agresión.
La pega en Chile es coloquialmente "trabajar".
"Tengo mucha pega" se escucha decir.
En cambio en Costa Rica "pega" es un padecimiento que nombran las señoras cuando a uno le duele la panza.
"Tiene pega" te dicen ante el malestar "Quiere que se la sobe?"
Entonces las señoras te cogen del brazo y te lo soban fuertemente buscando, dicen ellas, bolitas de pega que son en extremidades reflejo de obstrucciones intestinales.
Duele del carajo que te soban la pega.
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