2017/06/17

transmogrificación

el acto de transformarse como por obra mágica.

cambiar un libro a un guión es asunto de gusto propio. cómo te llegó el relato en tiempo y espacio, sobre página sin tiempo ni espacio.

lector, lector, ojo y ojo que cruza izquierda a derecha sobre reglones de palabras, vocablos unidos con consonantes que simbolizan cosas, tipos, ideas y relación, puntos cardinales, elementos.

mi prejuicio para con las personas, es que no son, por naturaleza, lectores.
el leer lo busca la mente avanzada, la silenciosa, la mente que quiere saber que se siente ser otra persona, que quiere vivir en otras carnes, habitar otros cuerpos, morar en otras casas.

el lector natural es voraz ominovoro de vidas, es tribuna, juez y acusado. el lector se expone a estar en lo incorrecto, es cómodo entre errores, feliz ante incertidumbres.

transmogrificarse.

convertirse en consciencia.
es como aprender malabar, practicando.
que no me digan no puedo aprender español. diga lo aprendo "día a día". con tildes.

al director y al narrador no le tiene que importar lo que sabe o no, el lector, cómo la quiere, de qué posición, con cuanta facilidad. el escritor tiene que suponer una cancha minada desde la entrada, y tener que deambular por años sin ver el arco.

crear un elenco de actores que encarnarán tu obra no incluye raza, pero ante la adaptación si es reprochable hacer una niña de madre hindú, de pelo y ojos rubios. sarah crew es de pelo negro y ojos verdes (alfonso cuarón).







puta manifiesto

en la última finca, yo choteo con las ideas, total son efímeras.
estan en un etos electrónico dependiente de una vasta red de alambres, tubos, conductos, postes, turbinas y represas.

en su estado normal.

se me ocurre eso si, cuando no chorreo cesos, corazón y voluntad por sisternas de opinión pública, que talvez sea hora, y año, de infundir con mis confusiones, aun más entre los clickbots que dice Blogger leen mis posts por los cientos, principalmente desde francia.

no me engaña, no me lee nadie humano, el humano cuando lee, calla. si no es un instagram, un meme, una celebridad que lo diga, al humano en la matriz le vale verga el palabreo para describir su humanidad.

sin embargo, es justo en ese abandono ante el limbo, que siento mayor impulso de catetear con conocimientos previos sobre aniversarios importantes: 200 años desde 1. se trajo al primer grupo de esclavos africanos al continente nuevo 2. un alemán inventa la bicicleta y 3. se celebran los nacimientos de Sayyed Alí Muhammad Shirazi y Mirza Husayn Ali Nuri.

200 años para el humano es poco tiempo, son apenas 7 u 8 generaciones atrás. cada humano tiene 8 visabuelos, y esos 8 también tuvieron 8 visabuelos o sea, que para hacer a cada ser humano hoy en día, participaron otros 1024 humanos rastreables. por la quinta generación es que perdemos sentido rastrearnos.

mucho se ha dado en este cortisimo rato, algunos tíos también fueron y son papás, hijas eran nietas, las fórmulas familiares han sido tan diversas como apellidos que llevan. es lo que nos parece repulsivo de donald trump. es el resultado geneológico de la burguesa costumbre racista de casarse entre primos y su apellido significa "engaño".

siempre, en todo este tiempo, promocionarse ha sido mal visto. alardearse no es de buen gusto. fanfarrearse no es de sabio, ni de heroe, no es humilde. revelar los planes debilita resoluciones. porqué los demás tienen que saber lo que no les debiera importar. qué hago, para donde voy, con quien comparto almohada, mis causas célebres, sus martirios y la poronga.

en la actualidad, las dispositivas sociales de la comunicación convierte a cualquier gato en celebridad. hay hasta aplicaciones para disfrazar la cara con pieles sin poros, ojos de cualquier color y coronas de flores. andamos poniendo nuestra cara con nombre y apellido a lo que comemos, donde vivimos, estudiamos y trabajamos, lo que nos deleita, nos da envidia, nos quita el sueño. hacemos certamen todos los días, de nuestras vidas, familias, politica.

la celebridad es virus de pantalla, yo al que no cree un poco en la factibilidad de la ciencia ficción no puedo contarle secretos, ni confiarle sentimientos. es agotador ser una persona razonablemente buena, que intenta llevar la vida livianamente por lo más largo posible, si aquello cansa, no me puedo imaginar lo cansado que es sentirse persona terrible de mala.

melania trump seguro pensó que los gringos no votarían por donald y le firmó un contrato de la putísima para garantizar indemnización por daños a su imagen. ella me parece mala, mala y puta, puta mala.

mal hecha, como en el bosque, sin amor. maleada de mente, molestada, manipuleada, ambisucia. no es una persona que me gustaría como compañera de estudio, pasajera del mismo vuelo, acompañante de bunker, detallista de mayoreo, decoradora de nada. sin embargo, melania, por nacimiento, es igual que yo, una perra de metal nacida con sol en tauro.

el donald es gemini, le lleva 24 años a melania, es también perro, de fuego, y gemini más mentiroso que todos los mentirosos. en su vida nada es de verdad, es el derretir de glaciares, someter en guerras sexuales, ganar. y no voy a hablar sobre lo patético que es, porque intento con cada fibra de mi ser tener lo menos que ver con melania.

a 200 años, mil ancestros y gallo de fuego revelando verdades, será que tengo prostitución en la última finca? prosti lo tuyo. me causa corrientes de calores y de hielos atrapar mi reputación en palabras. decir, admitir, con pecho al sol y quiquirriqui que si, soy un poco putilla, me presto para dinero, para tener en mi vida suficiente para soportar, para andar, para aguantar tanto fuego que acecha.