la PROXIMA finca

 no importo qué nos unio ni qué nos dividio en el pasado.

cero rencor. ojalá el dios todo poderoso los tenga, los proteja y les bendiga. espero en la santidad planetaria que no les falta nunca nada, que puedan avanzar sus poderes y crear cosas originales, asombrosas y únicas, que reflejen tal cual su meollo de ser, humano, falible, 3d. 

pero yo ya no estoy en ese mecano social de superficialidades y rasocinios mediáticas, ese consumo descontrolado e involuntario de compartir pantallazos para poder comunicarse. no puedo. llevo mcho rato, desde el 2014, 2007 sobreviviendo aquí en lo recóndito de las redes, la censura, la burla, la vigilancia de los pensamientos, su decepcion de mis valores, llamarme dependiente monetario de herencias, como si fueran ajenas, que cual agente smith aparecen como programacion viral para informarme que no tengo derecho ni potestad sobre ser feliz con la salud de la desvinculacion social.

no puedo con los vacunaos. los quise en putas, cuando eran rug rats, verlos en sus adolescencias y sus adulterios indiscretos. los quise, pero hasta ahí. son en su mayoría menores que yo. y los vi en crianzas que la edad no se respetaba, los mayores y los creyentes eran desprestigiados, chapados a lo pasado de moda, desvirtuados por nietsche. 

son generacion que se criaron con eso que el abortar es empoderarse, que el amor es amor y no pecado, que el pecado es sin confesar, absolvible y operable por las fraternidades y sus rituales. el pecar no es pecado sin un perdonar de un padre. que al ser invisible, se ríen, no es creador del hombre, y menos de la mujer. entre josé, maría y el espíritu santo no se engendra la misoginia, ni menos la misandria. 

son tan adictos a la distraccion y el entretenimiento, como yo del vino y el tabaco. y siempre me han odiado por tabaquera. y esta bien, soy intensamente catadora y depuradora de lo rico, lo multiplicable y lo terrenal. el no poder hablar, o escribirlo, me aburre nivel judas, y los traiciono con la furtividad de mi ausencia. 

en la presente.

reitero, les deseo solo lo bueno y prestigioso de la existencia terrenal. los hijos de mis amigos no son mis hijos, pero tengo varios sustitutos y varios por nacer. 

pasa que mi herencia es la finca, la última y la próxima y no tengo digestión para saborizantes elaborados de insectos, colorantes artificiales, ideologías de generos, la soledad presipitosa de muertes súbitas obligadas por inyecciones experimentales. no formo bolo de perfiles en tinder. no me alimento energéticamente de promociones 2x1, uber que no sea tetica, ni caraña de pepa pig. 

y juzgo, como he juzgado desde tenerlos en brazo con su pañal miado, contando los minutos para que se les quite el berrinche, el episodio maniacal de insumo excesivo de azúcares y comerciales. juzgando, me hago a un lado, doy campo a la pareja, el condominio, el apareamiento, el condón. de por si, sí me conocen, y no son nuevos.

formando mi juicio he observado e interactuado con el decir sociedades del que forman parte. pero cuando se pasaron al teléfono, dije un decir metadiégico, no viviré en ese artífice de vigilancia y crédito comunista. la ficcion de la rand me parecía predecible, vacio y aborrecible. quien quiere vivir en una penthouse con un macho que envejece sabiendo que para vivir en alturas lo hago sobre falsificaciones y entes inorgánicos en lugar de vecinos.

no se qué más escribio la ayn aparte de atlas, pero si me desinvitaron a algún evento o me fueron crueles por asuntos de dinero, los tengo ahí, en altos pisos de estimulante interactividad aceptable. lejos de mis humos.

las fincas pasadas, presentes y futuras no dependen de su aprobación, no tiene tatuajes y si come mierda. forma, expulsa y abona ricos nutrientes para plantas florales, medicinales, canábicos, apicuarios. las finquitas se siembran y se fertilizan con patrañas mías y de otros animales incustodiables que duermen y sueñan profundamente cada noche.

y si, el mundo gira en mi entorno, los mundos giran en nuestros entornos pero yo ya no me presto para conversaciones que me objetifiquen en busca de calumniaciones, de parametros que no existen para medir si son éxitos o fracasos lo que nos pertenecen. 

yo caigo mal, es lo que hay. pero el jardín de mi finca viene muy floreada.