No quisieron trabajar conmigo. El españolí que administra el Jaguar Rescue Center en playa Cocles de Puerto Viejo, Limón dijo que "no compaginamos" y que no tengo el "perfil profesional" que buscan para el puesto.
Esto me confunde. El puesto es bilingue, para una persona proactiva, que pueda manejar una caja de dineros diarios, que pueda corresponder con personas interesadas en el centro para hacer reservas y facilitar comunicaciones, que se sienta cómoda con herramientas sociales y medios audiovisuales.
Esto me enoja.
El desarraigo profesional, el hambre, la humillación de tener que pedir trabajo una y otra vez, y cuando no hay trabajo de pedir ayuda, dinero para comprar comida.
Dicen los memes bonitos que hay que tener fé, que hay que agradecer sea como sea, porque siempre hay alguien en condiciones peores... Pero dice la biblia que no hay que compararse con nadie, nunca, por ningún motivo. Aquello se llama codicia. Y dice también la biblia que hay peores pecados. El no pedir ayuda, por orgullo, me hace muerto de hambre Y orgulloso.
El no tener por donde, a los amigos les hace razonar que por amigos es deber decirle al que no tiene nada, todas las razones por las que creen no tiene nada: eres exquisito, no te gusta trabajar, eres arrogante.
Esto me duele.
Sea verdad o mentira, porque mi valor propio no tiene derecho de ser en un sistema carente de sentimientos, de virtudes, que se rige solo en cuantificación numérica. Entre corazones, mentes, genitales, lo único que habla por "valor" son números de dineros.
Entre que me confunde, me enoja y me duele, esta semana voy a trabajar el tema de la soledad ante la sociedad.
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