según yo, necesitas dinero.
para hacer un hack, $500.
para llevarme a la cama, una comida.
es el costo de mi tiempo, el sexo siempre es gratis.
$500 valen los cafés, el tabaco, las frutas, los granos, un mes de alquiler en casitas.
su hack no tiene precio.
y lo puedo hacer sin plata y sin comer por los días que sean:
este es el mapa de san josé:
Es una ciudad en estado de paro cardiaco.
Su flujo vehícular sufre de soda tapia.
El casco interior de la ciudad de San José, Costa Rica, su ethos, gira en torno a bebidas de marca para ligar. Su eje central se llama Cocacola.
Aquella mancha negra grande son todos los hospitales nacionales juntos. Donde nacen, lloran, sufren y se mueren un montón. Donde se han vacunado la mayoría de los ticos de verdad, ahí, alrededor llegan todos los buses de la nueva San José, de su GAM occidental.
Los costarricenses, los de verdad, los que tienen tatas que recuerdan tiempos más sencillos, pueden hacer memoria de cuando la Soda Tapia se instaló sobre la Sabana, allá en los tiempos en que trasladaban el aeropuerto de la Sabana a Alajuela, o talvez antes, talvez era lo primero que había al salir de la terminal, habían árboles grandes en frente, eran bellos.
La soda era familiar, de comidas rápidas, ricas, fáciles de conseguir y de preparar. Habían helados de leche agria para los niños, ensalada de frutas para las mamás, y más tarde, con cierta discreción, cerveza para los señores. Su nostalgia hecha franquicia, hoy se extiende a Lindora de Santa Ana.
Es su esquina, la esquina de la Soda Tapia que atrapa el fluje vehícular de forma letal para el corazón de choferes y pasajeros everywhere.
Si vos manejás, sos chofer, al conducir eres operador de maquinaria, un conductor clasificado para no chocar, y en el caso de percance aparatoso, un asegurado por la caja social para recibir asistencia médica en uno de los hospitales en la mancha negra príncipal.
Hay un poema que dice "al no poder detenerme ante la muerte, él, educadamente se detuvo para mi".
No hay comentarios:
Publicar un comentario