2016/08/31

el mago

Para mi amor:
(memorandum)

Te he estado viendo cultivar tu masculinidad desde que aquello me atrajo en un bar llamado Manifiesto, te acuerdas en el Barrio Bellavista?

Es una masculinidad energética, que se movía de allá para acá, entrando y saliendo de olas, de multitudes, de labores, mi cuerpo. Movimiento casi perpetuo, su intención, su mirada, los mil gestos de su cara.

Su masculinidad era el asombro de salir de la infancia y descubrir que la vida todavía te entusiasmaba, te sorprendía, te desafiaba. Te gustaba todo en la vida. Esa masculinidad la llevas todavía como perfume, hueles a ganas.

Esa masculinidad no se amarró nunca a una silla, ni se le ponía casco, no comía hasta que estuviera la mesa servida, a veces no se lavaba las manos, esa masculinidad era tímida, nerviosa, me andaba sobre el manubrio de la bicicleta, se acordaba de andar con saca corcho.

Esa masculinidad pedía perdón y admitía equivocarse.
Anoté un pensamiento hace poco, "creo que el anhelo de toda mujer enamorada es convertir a su amado en brujo".
Si, un ser que maneja lo oculto para revelar verdades y justicias de la vida.
Las mujeres llevamos demasiado tiempo siendo las "buenas" de la película.
La farsa que somos víctimas, que somos débiles, que somos madres o vírgenes.
Esa farsa se acabó.
Somos más fuertes, más víboras, monos y gallos, y estamos prendidas.

Lo que deja aquello de la virilidad, la masculinidad, expuesta, vulnerable al escrutinio, los estamos observando, insultando, despreciando.

Y es que estamos esperando vislumbrar ese ave phoenix de su masculinidad, el que no tiene tiempo para ponerse cinturón de seguridad, el que sabe montones de cosas lindas y las cuenta de perfíl, el que defiende a los más vulnerables y calma los nervios con voces profundas y palabras deliberadas.

El que sabe que somos unas zorras insoportables y nos esperan sin apuro porque sabe que los extrañamos. Ese mago no persigue negocio que se aprovecha de nadie, ese mago no lucra de empobrecer el mundo, ese mago no tiene miedo en la oscuridad.

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