es chubichu Y momongo.
ya no voy a pedir más perdón.
no por escribir.
por todo lo demás, sin parar; a los cuatro puntos cardinales, a los elementos reales de la existencia: la madera, el fuego, el viento, el metal, y en especial al agua; a mi familia y amigos por insensible, para empatizar, corregir de poder un error de facultad, de emoción, de apuro.
pero lo que escribo, se queda.
escribo mierdas sobre el andar en carro.
sobre las filas de cositas oxidándose bajo años de lluvia y de sol.
tantos de diseño cho, para gente ñah, enriqueciendo a los uakla.
es una caja, metálica, sobre un chasis, con cuatro ruedas sobre ejes, propulsado por el quemar fino de hidrocarburos, hace vrrm vrrm.
y yo se que "nada se logra" insultándoles.
todos se sienten abandonados por Dios, algunos sin poder, otros sin querer admitirlo.
en la presa, aun que y cuando fluye, preguntándose por la existencia, por las guerras que se perpetuan en el nombre de la soberanía automotora al que tiene derecho.
nada se logra de preguntarles si vieron "mad men" para entender como la calle, las sociedades anónimas perteneciente a marcas madre Toyota, Hyundai y Mercedes Benz, el Pentágono en Washington y Jesus Cristo, es dueño de sus almas.
en su juguetería del andar, su hacer "competir" a la economía nacional, las oficinas, inmobiliarias y comidas rápidas de los tratados de libre comercio, el modelo patriótico implota.
todo cambia, menos la palabra.
menos el hecho que somos el mismo ser en diferentes formas luchando por distinguirnos mientras lloramos por el reencuentro. la soledad es lo que nos separa y gracias a ella no nos volvemos locos de vernos día tras día, año tras año con el mismo porte, la misma voz, la misma presencia irritante.
nadie puede creer hasta donde hemos llegado, considerando que hemos estado al borde del precipicio todo este tiempo. que sobre los estados unidos de américa y por ende el mundo, preside un trump.
en villa, queena lleva tres años muerto, y todavía sufre sentado su fletería de bebidas frías a cualquier hora de la noche, solución a cualquier traslado a donde no le detecten las patentes, entre la upeace y chepis. queena todavía me odia.
hace años, cuando pasó oscar arias por el nuevo mercado viejo, haciendo populismo para su plan económico que incluía carrito para cada costarricense, para que nadie tuviera que, Dios guarde! caminar. para que la cogedera de buses solo fuera para universitarios y nicaraguenses, se dispuso a dar discurso a la buena gente de villa colón como por dos horas y en ningún momento la flotilla de cinco carros que lo escoltaban apagaron sus motores.
qué esperaban, salir huyendo?
de qué?
dos o tres millones de promesas cumplidas por liberación nacional y una "te-ele-cé" más tarde, cientos de millones de tanques de gasolina, mil millones de pajillas, botellas plásticas y bolsitas de plástico más, costa rica es mahe sobre mahe haciéndose el mahe, dosificando, llorando y sacando a bailar.
debo odiar a su carro por tremenda razón, a parte de ser ohdiosa.
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