pensar en dinero me pone mal.
esto de estar sin trabajo desde hace quien sabe cuanto, es mi tema.
saqué cuentas, digamos vivo otros cuarenta años, comprando el mismo canasto básico, viajando en bus y pagando alquiler. por comer, trasladarme y dormir bajo techo, ser soltera cuesta $500 al mes.
x 40 años...
es un cuarto millón de dólares.
es mucho dinero, en moneda impresa en honor a genocidas indígenas.
el dolar es de donald trump y con ese señor, no quiero ni respirar el mismo aire.
de pensarlo me hace tocer.
es mi tema.
asi como el arte del negocio es su mein kampf.
será mal visto que una mujer blanca cobre, es lo que intuyo.
es la nervia que me da pedir ayuda, ofrecerla.
en mi tripa, en mi corazón, mente, alma exigir dinero a cambio de mi tiempo, mi tripa, corazón, mente y alma, es una infamia.
hablar de precios es de nueva clase media, o de judíos, desde porcentajes que "si" muy estrechos en comparación a porcentajes que "no" y dá la impresión que, rendimiento por desempeño, esta basado en sexo sin prepucio y el trauma de perderlo.
"quien mira la noche estrellada y piensa en números" le pregunta donald draper al agente de ibm.
cuantos quieren saber cuanto dinero costó enviar a un hombre a la luna?
es vulgar para mi, una señora de casi 50 años, ofrecer mi experiencia, conocimiento y candor a cambio de algo, por cifras.
"usted, cuida a mi hijo mientras yo gano dinero para pagarte por cuidar a mi hijo."
asalariarme por mantener ese desorden es perder tiempo, el tuyo, con tu hijo.
el capitalismo siempre a apestado a exceso, en capitales las terminales de transporte colectivo huelen a sarro con chicle, todo es taxi. generar capital para generar capital y no usarla para transformar este servicio fundamental para el prestigio capitalino, es lacra de coleccionista de arte, automóviles e histéricas.
motivar al estudiante a entender de negocios desde servicios, bienes y materia prima, sobre valores generados por guerras, esclavitud y violaciones, es abuso estudiantil.
si el producto es bueno, se vende solo, se cambia por otro producto igual de bueno, se capitaliza sobre lo que rinde y perdura en el tiempo.
no hay templo sin mercado.
no quiero caridad, ni salario, quiero inversión, quiero presupuesto, y no quiero registrar la marca, la bicha es mía.
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