2023/05/04

sadud

es potestad de contarla como la sepo, desde los cinco sentidos de su segundo nieto, hembra. con el olfato casi intacto menstruada y menopausiada completa. los tiernos 53 primaveras. contarlo como recuerdo porque despues se me olvida.

mi abuelo davido era un ser singular, multiplicado en mis ojos por un puntiagudo craneo y orejas de elefante. caminaba muy recto en su metro ochentaitantos con los codos hacia afuera y las muñecas adelante. manejaba como taxista y era los ojos celestes de mi visabuela amy, a la que apodamos schulze. 

amy había sido enfática al casarse con el editor percey bott ruhe, que nada quería con hijas, que solo hijos le diera. la mayorcita sally le preparó el útero a la experiencia de parto a davido. el primer varón, sobre los que se sumeron cuarto varones, una tía judith y el tío viajero benjamin al puro final. 

la seguidilla del tío william era la contienda familiar, davido había quedado de menor estatura hasta con casi veinte un estirón lo dejó más alto. shulze les concedía llegar a golpes en el arbitraje de su rivalidad. ambos irían a bombardear a korea. william sería capitan de submarino , davido dirigente de uno de las religiones más poderosas del universo en su casa de justicia. 

be a writer not a fighter.

me toca tambien como segunda de un primer matrimonio contarlo todo. por las personas que han pensado no pertenecer, no sentir la familiaridad de los apodajes, ser inclasificable, sentirse impostor, que afligidos sobrevivieron las apocalipsis de biblias que se fuman, por los artistas que perdieron liderazgo para el like de la popularidad. 

la dotación cristiana en la formación mental de un niño se multiplica a factores exponenciales. pero la fe en la ciencia, por eso me toca contar este cuento a mi, porque es a una generacion de lectores que se vacunaron con agentes codificadores. las ciencia y la fe son mutuamente exclusivas. mi abuelo, a fin de una lectura voraz y afinada, era artista, en medicina, en guerra, en dibujo, en historia. un soñador con la manifestación de una nieta, que la contaría tambien como artista.

y me toca como engendro cristiano centenaria protestante, contar su cronología con todas las herramientas a mi disposicion, la informacion incómoda, los antagonismos, las factorizaciones medioambiental, los cuadros digestivos, salud ante todo, ya que ese era el juramento que davido hizo hipocraticamente y en su corazón de niño, certeramente. 


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